Si a la vuelta de vacaciones tienes alguno de estos síntomas; apatía, cansancio, falta de energía, dificultad para concentrarte, no puedes conciliar el sueño, nerviosismo, estrés o tristeza estarás entre el 40% de la población activa que padece síndrome postvacacional tras el verano, aproximadamente un 4% más que el año anterior.

Los más propensos a sufrirlo son las personas que tienen menor resiliencia y los que vuelven a un entorno hostil en el trabajo, siendo característico este síndrome en los entornos geográficos y culturales con largos períodos vacacionales como es nuestro caso, donde el grueso del descanso anual se concentra en los meses estivales.

Los casos leves suelen durar 2-3 días, sin embargo, es habitual que los síntomas se alarguen un par de semanas. Los casos más extremos, que son una minoría, pueden durar meses en los que se pueden experimentar ataques de ansiedad, cefaleas o malestar general.

El síndrome postvacacional se puede prevenir retomando el horario de sueño habitual unos días antes para ir adaptando mente y cuerpo a nuestra rutina, no volviendo el día anterior al comienzo del trabajo o dividiendo los días de vacaciones para no acumular largos períodos de vacaciones, y las organizaciones podemos ir ayudando manteniendo unas semanas la jornada intensiva, retomando el trabajo de forma gradual, apostando por medidas de conciliación entre vida familiar y laboral (recordemos que los niños no empiezan su rutina hasta mediados de septiembre por ejemplo), apostando por retomar en nuestras organizaciones los hábitos saludables como la realización de ejercicio físico, y sobre todo y una de las más importantes, adoptando una actitud positiva ante la vuelta a la rutina.

Adjuntamos un pequeños vídeo con consejos que elaboramos desde Osarten para llevar mejor la vuelta al trabajo: https://youtu.be/gFYWl_Knee4