Salud mental en las organizaciones

La ansiedad, el estrés y la depresión pueden ser tan incapacitantes como una lesión física grave, pero menos de la mitad de las personas que experimentan estas patologías buscan ayuda.

¿Qué pueden hacer gerentes y directores?

Con independencia del tamaño de la organización, los gerentes y directores que tratan día a día con los trabajadores juegan un papel crucial en la creación de un lugar de trabajo psicológicamente saludable. Tienen acceso a información personal, pueden observar su comportamiento y tienen los medios para influir en su entorno de trabajo.

El liderazgo es la base de una pirámide de salud. El liderazgo efectivo aumenta la moral, la resistencia y la confianza de los trabajadores, disminuye la frustración y el conflicto, y reduce las bajas por enfermedad y el absentismo.

Aunque la salud mental no sea percibida como una prioridad (ahora), hay muchas cosas que los gerentes y directores pueden hacer para mejorar su lugar de trabajo.

1. Incremente su propio conocimiento sobre la salud mental, y conozca los recursos disponibles.

Conocer los signos y síntomas de afecciones como la ansiedad, el estrés y la depresión le ayudará a comprender mejor lo que puede estar experimentando alguien con un problema de salud mental, y a identificar precozmente si alguien en su equipo puede estar en dificultades. Esto lo ayudará también a sugerir apoyos apropiados, dentro de la empresa (Vigilancia de la Salud) o externamente (Programas de Ayuda al Empleado).

2. Eduque a su personal acerca de la salud mental en el lugar de trabajo.

La educación y capacitación de su personal en cuestiones de salud mental les brinda la información y las herramientas para comprender mejor si están empezando a tener dificultades, y para estar atentos si alguno de sus compañeros, amigos o familiares pudieran estarlo también.

Además, puede darles las habilidades y la confianza para acercarse a alguien que les preocupa. La educación y la capacitación ayudan a disminuir el estigma en torno a la salud mental en el lugar de trabajo, lo que significa que el personal tiene más probabilidades de hablar y buscar ayuda temprana, antes de que los síntomas se vuelvan demasiado severos.

3. Hable abiertamente sobre la salud mental en el trabajo y aliente a otros a hacer lo mismo.

Hablar sobre el bienestar mental normaliza y ayuda a reducir el estigma. Compartir experiencias personales sobre salud mental puede marcar una verdadera diferencia en la creación de un ambiente de trabajo en el que las personas se sientan cómodas buscando ayuda si la necesitan.

4. Ofrezca apoyo a los miembros del equipo que enfrentan dificultades psicológicas.

El personal busca en los gerentes y directores liderazgo, orientación y apoyo. El apoyo de un líder es especialmente importante para alguien que atraviesa un momento difícil, y puede significar la diferencia entre que esa persona pueda permanecer en su puesto o abandone el lugar de trabajo. Puede parecer una gran responsabilidad, pero no es necesario ser un experto en salud mental para comprender y ofrecer apoyo.

Apoyar a alguien para que permanezca en el trabajo tiene una serie de beneficios, tanto para la persona como para la empresa. Este apoyo puede incluir ofrecer horarios de trabajo flexibles, ajustar la carga de trabajo o proporcionar orientación y apoyo adicionales.

5. Comuníquese regularmente con su equipo.

Comunicarse regularmente con su personal, y asegurarse de que puedan opinar y realizar comentarios, ayuda a generar confianza y a mantener al equipo comprometido. Es importante trasmitir con claridad los objetivos y los desarrollos clave, pero también las dificultades y los logros del equipo.

La comunicación de cuestiones importantes es mejor hacerla cara a cara, para garantizar que se puedan generar debates abiertos y que se puedan plantear inquietudes de inmediato. Para otros mensajes menos importantes, un boletín o un correo electrónico puede ser suficiente.

Recuerde que una gran parte de la comunicación efectiva es escuchar. Asegúrese de escuchar cualquier comentario que pueda tener su equipo, y téngalo en cuenta.

6. Fomente el comportamiento y la comunicación respetuosos.

Es fundamental establecer la expectativa de que todos los trabajadores se respeten y escuchen mutuamente en todo momento y que usted, como líder, modele este comportamiento día a día. Esto significa que puede necesitar educar a su equipo sobre cuestiones como la intimidación o el acoso, para que comprendan la diferencia entre comportamientos apropiados e inapropiados.

7. Mejore el diseño del trabajo al gestionar los factores psicosociales.

Como gerente o director, hay muchas cosas que puede hacer para abordar los factores psicosociales en la organización y en su equipo, como:

  • Revisar periódicamente las cargas de trabajo, los plazos y los recursos.
  • Proporcionar recursos y capacitación adecuados a las personas para que puedan desempeñar su trabajo con confianza y competencia.
  • Garantizar que el personal tiene los roles definidos y las expectativas claras.

8. Demuestre hábitos de trabajo saludables.

Liderar con el ejemplo es esencial, incluyendo demostrar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Esto puede incluir tomar descansos regulares, evitar correos electrónicos y llamadas de trabajo fuera del horario laboral, y salir a la hora. Anime a su equipo a hacer lo mismo.

No olvide que ser líder no deja de ser un trabajo, muy exigente y desafiante, y a veces aislante. Así que asegúrese de tomarse un tiempo para su propio cuidado. Si su organización tiene un Programa de Ayuda al Empleado (PAE), úselo durante períodos estresantes o de incertidumbre, o busque apoyo en compañeros en los que confíe y respete.

9. Trabaje con su equipo para desarrollar un plan

Desarrolle un plan con su equipo para crear un lugar de trabajo psicológicamente más saludable. Trabaje para identificar áreas prioritarias que necesiten atención y acuerde con su equipo las acciones que se pueden implementar para lograr sus objetivos.

10. Sea un influyente en su organización.

Hable con sus compañeros y líderes de alto nivel, y aliéntelos a hacer de la salud mental una prioridad en el lugar de trabajo

Emociones

Los problemas de salud mental son comunes, y no discriminan: incluso la persona más resistente puede verse afectada en algún momento por el estrés laboral, así como por otros acontecimientos vitales.

Preparar a su organización para lidiar con esta realidad puede suponer la diferencia. Hablar sobre el bienestar mental de la misma manera que lo haría con la salud física es un buen punto para comenzar.

Psicólogo Laboral. Técnico PRL.

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