La trampa de los productos “BIO”

Hemos de reconocer que a la hora de hacer la compra, a la mayoría de los consumidores el prefijo “BIO” nos resulta atrayente. Sin ser muy conscientes de ellonormalmente lo asociamos con alimentos más sanos y sosteniblesPero… ¿sabemos realmente qué significa “BIO”? ¿Estamos seguros de que siempre aparecen las 3 letras en el etiquetado? Espero que el siguiente post ayude a estar más atentos antes de añadir uno de estos alimentos en la cesta de la compra. 

¿Qué significa el término BIO?

El prefijo “BIO”, a partir del año 1993 (gracias al Real Decreto 1852/1993) sólo hacía referencia a productos procedentes de agricultura o ganadería ecológica (alimentos carentes de productos químicos y sin haber sido modificados genéticamente). Es por ello que “BIO” y “ECO” se podían considerar sinónimos.

¿Continuó siendo así con el paso de los años?

No, porque la industria alimentaria, siendo consciente de lo atractivo que resultaba este calificativo, presionó para poder liberalizar dicho prefijo en España. Y asombrosamente, en el año 2000 lo consiguió, dejando exclusivamente el prefijo “ECO” para los productos obtenidos verdaderamente bajo producción ecológica.

Esto hizo que salieran al mercado más de 50 alimentos “BIO”: yogures y leches BIO, zumos BIO…sin embargo, ninguno de ellos procedía de elaboración ecológica. Uno de los argumentos dados por el ministerio para aprobar dicha ley, fue que la gran mayoría de los consumidores asociaba la palabra “BIO” a organismos vivos y no a la producción ecológica….

¿Actualmente cómo nos encontramos? ¿Se pueden considerar los términos “BIO” y “ECO” sinónimos?

En el año 2006 diferentes comités ecológicos comenzaron a ejercer presión a la Comisión Europea porque la nueva ley estaba suponiendo un freno en el desarrollo y venta de sus productos ecológicos. A pesar de la gran resistencia que hizo la industria alimentaria, el 1 de enero de 2009 se consiguió volver a la situación anterior, donde los términos “BIO” y “ECO” sólo se podían utilizar de forma exclusiva para alimentos ecológicos.

Pero…. ¿y qué paso con todos los alimentos “BIO” que habían salido al mercado? 

Algunos productos fueron rebautizados. Por ejemplo, los yogures BIO de Danone pasaron a ser Yogures ACTIVIA. Puede que alguno de los lectores recuerde a José Coronado haciendo el spot que avisaba del cambio.

Sin embargo, otras muchas marcas como BIOfrutas o BIOcentury no se complicaron tanto y únicamente borraron la “o” de BIO convirtiéndose en BIfrutas o BIcentury.

Al igual que estos dos ejemplos, existen muchos más productos en el mercado que intentan camuflar su nombre haciéndose pasar por productos ecológicos.

¿Conocéis más ejemplos? ¿Habéis caído alguna vez en esta trampa?

Bioquímica Clínica

2 comentarios sobre “La trampa de los productos “BIO”

  1. Interesante post. El modo de vida acelerado que llevamos, hace que los detalles puedan pasar desapercibidos. Además, tampoco acostumbramos a mirar mucho las etiquetas de los productos, pues nos da pereza y nos resultan poco comprensibles. El descanso, ejercicio activo, salud mental y una alimentación variada y centrada en cierta medida en los productos de proximidad podría alejarnos de caer en estas “trampas”… y sobre todo información… mucha información!! Gracias Maitane por tu artículo

    1. Sin olvidarnos de que además de una buena calidad de origen de las materias primas para la alimentación, actualmente consumimos muchos productos que están procesados y ahí, las bondades del origen bio pueden naufragar en procesos o mezclas que dan como resultado alimentos de calidad nutricional dudosa.

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