No perdamos de vista el propósito de las normas de seguridad y salud

El cumplimiento de las Normas de Seguridad y Salud sigue estando de actualidad

No me he podido resistir a escribir sobre las normas de seguridad y salud y su cumplimiento. Es un tema antiguo, pero no por eso superado. Sigue vigente en el ámbito laboral y actualmente en el social con el Covid 19. Me he centrado en el entorno laboral, aunque entiendo que muchas de las ideas que expongo valen para el entorno social.

He tenido la oportunidad de tratar en muchas ocasiones, con trabajadores y mandos de empresas, el cuestionamiento de las normas de seguridad y salud. La respuesta mayoritaria es que todos entienden que las normas son necesarias. De acuerdo a las respuestas más habituales, sirven para ordenar, establecer los límites, convivir con menos conflictos. También, casi todos ellos reconocen asimismo, que incumplen algunas normas en algunas circunstancias. ¿Es esto coherente? ¿Dónde nos hemos perdido?

Hemos de reconocer que las normas no son perfectas. Suele ocurrir que los que las elaboran no tiene la información de todas las circunstancia en las que se va a tener que aplicar.  También parece, que los problemas se van a resolver poniendo normas, como si fuese el recurso fácil, y nos olvidamos de la segunda parte, que se cumplan.

No perdamos el norte

Hay organizaciones en las que da la impresión que lo que se busca es que se cumpla y punto, como si cumplir fuese el fin. Para satisfacer la necesidad de seguridad, cuidado, protección, etc.,  frente a los riesgos, hay muchas posibles alternativas, y las normas son una de ellas. La cuestión está, en que además de esas necesidades, que sin duda serán las que tiene aquél que promueve establecer las normas, están las necesidades de aquellos que las han de cumplir (confort, autonomía, libertad de elegir, eficacia, etc.), y que no suelen ser tenidas en cuenta, en la idea de que han de renunciar a ellas sin más, por un bien mayor para ellos. Así luego nos encontramos en situaciones de conflictos que no suelen resolverse satisfactoriamente. El ego no quiere ser sometido con normas que se siente como impuestas, quiere sus propias normas

Cambia mucho la mirada si lo que busco es que la gente cumpla las normas, que si lo que busco es una manera en la que las necesidades mutuas puedan satisfacerse. A veces las empresas tienen poco campo de maniobra ante determinadas normas que vienen impuestas. Por la legislación, por “la compañía”, “el grupo”, etc. Aún y con todo las personas merecen ser tenidas en cuenta en las cuestiones que les van afectar, y las cosas serán mucho más fáciles si sabemos escuchar también su resistencia.

Qué cosas tener en cuenta para implantar normas de seguridad

¿Qué dicen los expertos que induce a las personas a cumplir o incumplir normas? Pese a que sea algo que se sigue repitiendo, parece bastante demostrado que un enfoque disuasorio no es garantía de cumplimiento. La disuasión y el miedo tienen un alcance limitado. El miedo a la sanción y la severidad de las mismas, no es lo que más influye en el cumplimiento.

Esto no quiere decir que no haya unos límites, y que si se estos se rebasan tenga consecuencias. Es más, es interesante que haya una Política de Consecuencias, y que se aplique. Aunque, a la vista de los resultados, no es eficaz poner nuestras expectativas en un enfoque centrado en la amenaza y la sanción, como palanca para el cambio y cumplimiento de las normas. Mucho menos eficaz, cuando encima de ser considerada como la palanca de cambio no se aplica cuando llega el momento, como ocurre en muchos casos.

Entre aquello que más influye en el cumplimiento o incumplimiento está la tendencia que tenemos a realizar el comportamiento que vemos repetido por nuestro grupo de referencia, al que sentimos que pertenecemos. Lo vemos claramente con el uso de la mascarilla y la influencia social de los grupos mayoritarios de referencia. Sobre todo cuando existe incertidumbre social.

También tendemos a no realizar los comportamientos que el grupo reprocha. Por ejemplo, pasar un semáforo en rojo como peatón o exceder el límite de velocidad, es algo que normalmente no está reprobado socialmente, y no ponerse el cinturón sí que está más reprobado.

Los propios valores, creencias y percepción de cada uno tienen gran influencia. Así como el que la norma suponga inhibir o controlar acciones altamente automatizadas. Y por supuesto, el que los que promuevan la norma no la cumplan.

Claves a considerar

A continuación tienes 10 claves que te invito  a considerar con las normas de seguridad y salud:

  1. Acordar más que imponer. Supongo que muchos dirían que esto es muy bonito pero que en la realidad es imposible y además no es conveniente. Sin embargo puedo decir que si es posible. Para ello hemos de escuchar las necesidades de las partes implicadas, meterlas en una “coctelera” y buscar entre todos estrategias acordadas, que podrán ser normas. Esto motiva más a cumplirlas.
  2. Mantener las normas en un mínimo. No se tratar de controlar todo con normas. Habría que preguntarse antes de establecer una norma: ¿hay una necesidad real? ¿Satisface las necesidades? ¿Es práctica? ¿Se puede realizar? ¿Se puede hacer cumplir? Mejor pocas normas, pero con sentido y que vayan a lo importante. Además, llega un momento que poner más normas no garantiza una mayor eficacia, y si mayor resistencia hacia ellas.
  1. Claras, sencillas, breves. No hacerlas complicadas, difíciles de entender.
  1. Lo más prácticas posibles. Si la norma exige que las personas reemplacen comportamientos altamente automatizados, va a ser más difícil el cambio, porque la tendencia inconsciente será al patrón automatizado. Por ejemplo si lleva más tiempo no cumplir que cumplir, las personas tenderán a ahorrar tiempo. Si requiere más esfuerzo cumplir, la tendencia será a economizar esfuerzo y no cumplir. Si es menos cómodo cumplir, la tendencia será a violar la norma para conseguir confort.
  1. Buenas razones, escucha y apertura mental. Debería haber buenas razones para las normas. Si no hay una buena razón no debiera haber norma. Es más probable que se cumplan si se explican las buenas razones y se expresan de manera que las personas las entiendan.

Es evidente que muchas normas vienen establecidas por estamentos superiores, por la legislación vigente, la compañía, el grupo, etc.,  y si eres un mando tienes la responsabilidad de que se cumplan. Aún en ese caso hay que explicar bien porqué no es negociable, y escuchar activamente las quejas para entender cómo y cuando no se están satisfaciendo sus necesidades. Quién sabe si surge una idea que sea mejor que la norma. Si es así habría que tratar de buscar el cambio “hacia arriba”. Ante el rechazo de la idea, habrá que expliacar las raznones, y nuevamente escuchar. Cuando finalmente no se encuentre una solución aceptable para ambos, y persista el incumplimiento, habría que poner en marcha la política de consecuencias establecida.

  1. Presentación de las normas. Es importante invertir en su presentación. Explicarlas y expresar porqué son importantes. Utilizar recursos para una comunicación y promoción eficaz. Que puedan preguntar sus dudas y hacer comentarios. Recoger retroalimentación. No dar por sentado que se entiende, comprobarlo. Establecer un período de prueba.
  1. Aplicar comunicación eficaz. Los mensajes sobre la necesidad de la norma han de ser entendidos, para ello es importante expresarse de forma asertiva, trasladando las necesidades que están detrás de la norma, y a su vez, escuchar empáticamente, para entender las necesidades de la otra parte y disminuir su resistencia al cambio.
  1. Dar ejemplo. Si los que promueven el cumplimiento de las normas no dan ejemplo de su compromiso con ellas, difícilmente van a estar legitimados para pedir que se cumplan y además dan un mensaje de incoherencia que desmotiva. Por otro lado para algunos va a servir de justificación fácil para incumplir.
  1. Identificar los grupos de referencia. Detectar cuales son los grupos de referencia (influencers) dentro del colectivo de aplicación de las normas y trabajar más intensamente con ellos, ya que influyen fuertemente en el colectivo.
  1. El objetivo es que la seguridad y salud se conviertan en un valor. Con el apoyo del Liderazgo en SST y el Sistema Gestión, hacer todo lo que ayude a conseguir que la seguridad y salud sean percibidas como un valor central de la organización. Esto es lo que consigue cambiar la percepción de los riegos, y de las normas para evitarlos.

Estaría bien pensar cuales de estas claves hemos tenido en cuenta , tanto cuando nos ha tocado promover normas como cumplirlas, y porqué.

Y respondiendo al título del post, como decía Edward Bono: “El propósito de una norma puede ser recordarnos lo que hay detrás de ella”

 

Referencias bibliográficas

  • Estudio  “Xqincumplen” de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Instituto Crimina y la DGT. 2018.
  • ¿Es siempre deseable el cumplimiento de las normas? (De Francisco Suárez a Steven Shavell, pasando por Femando Savater) Rodrigo Tena 2016.
  • LET (Líderes Eficaz y Técnicamente preparados). Dr. Thomas Gordon. Gordon Training International 2012

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