Modelo de gestión de la presencia para combatir el absentismo.

gestion de la presencia

La sentencia dictada hace unas semanas por el Tribunal Constitucional que avala un despido por faltar al trabajo de forma intermitente, aunque esté justificado con una baja médica, ha supuesto un terremoto en el ámbito laboral. La lucha contra el absentismo y el debate sobre la gestión de las bajas se han convertido con los años en una de las cuestiones que mayor diferencia evidencia entre los sindicatos, los empresarios y de éstos con la Administración. Para empezar, ni tan siquiera existe un acuerdo consolidado en el mundo académico y mucho menos entre los agentes sociales sobre cómo definir el absentismo.

Una verdad irrefutable y que observamos desde hace años es que el absentismo evoluciona proporcional a lo que lo hace el PIB; en épocas de crisis económica el absentismo decrece y en épocas de bonanza económica el absentismo crece.

Es hora de que empecemos a gestionar el absentismo desde otro prisma en el largo plazo, combinando tres factores clave: inversión, cambios organizativos y comunicación. Las organizaciones somos las primeras que tenemos que cambiar; no podemos esperar a que los trabajadores cambien de un día para otro si no creamos un ecosistema para el cambio. Si queremos pedir flexibilidad, conciliación y responsabilidad tenemos que empezar ofreciendo todo ello sin esperar nada a cambio, centrándonos en lo que realmente necesitan nuestros trabajadores.

Dejemos de un lado el modelo de criminalización de las bajas y pasemos a un modelo de la gestión de la presencia; empecemos a preocuparnos cuando el trabajador está en la empresa y no cuando deja de estarlo.

 

Responsable de Servicios de Salud y Bienestar. Experto en Empresa Saludable y Gestión del Absentismo.

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