Todos estamos esperando los días de fiesta para poder disfrutar de un merecido descanso y muchos las comenzaremos cogiendo el coche para desplazarnos al elegido lugar de vacaciones.

Estar sentado durante largos periodos de tiempo, especialmente más de 1 hora, afecta a nuestra fatiga y seguridad, provocando molestias y dolores en la parte inferior de la espalda y la zona cervical.

Conducir durante largos periodos de tiempo es una actividad que desequilibra nuestro cuerpo fácilmente ya que se realiza de forma, estática e isométrica:

• Las rodillas superan la altura de la cadera, especialmente en coches deportivos y bajos. Esto genera una flexión de espalda importante, dificultando el riesgo sanguíneo y forzando varias articulaciones, rodillas, lumbares.
• El pie derecho se mueve constantemente entre el pedal del acelerador y el freno, mucho más que el pie izquierdo, pie que solo regula el embrague en los coches con cambio manual.

Agarrar el volante con una sola mano, la mano dominante. La mano derecha para la mayoría de la población. La mano izquierda permanece inactiva durante ese tiempo.

¿Qué podemos hacer?

Debemos tener claro, que reducir los factores que generan la fatiga y conducir lo más cómodos posible, significa reducir la posibilidad de cometer errores y aumentar la capacidad de reacción frente a un imprevisto, luego reducir la posibilidad de sufrir un percance o un accidente.

Se propone considerar varias actuaciones para reducir estas molestias y riesgos durante nuestros desplazamientos en coche, bien de vacaciones, como en estos próximos días, o más importante, en el día a día, si nos toca conducir en el desempeño de nuestro trabajo:

• Lo más importante para reducir la fatiga es parar el vehículo cada 200 Km de recorrido o cada 2 horas de trayecto. Se recomienda planificar paradas de 15 a 20 minutos en el trayecto, si el camino supera la distancia de 200 Km, o bien, la densidad de tráfico hace que un viaje se prolongue en el tiempo más de 2 horas. Durante las paradas lo mas recomendado es caminar durante unos 5-10 minutos para estirar las piernas y facilitar un buen riego sanguíneo. Se trata de paliar los efectos del sedentarismo, pasar mucho tiempo sin apenas movimiento, en una misma postura, dificulta la nutrición celular y el movimiento lo estimula. Se debe tener presente que no existe ninguna postura estática lo suficientemente buena para poder permanecer en ella más de 50 minutos seguidos, alcanzándose una fatiga a considerar a partir de este tiempo, y siendo las 2 horas de exposición el tiempo a partir del cual dicha fatiga es importante. El conductor sufrirá mayores efectos a mayor edad, a partir de los 55 años de edad, todo según el estado físico de cada persona, esa pausa en el camino se recomienda realizarse cada 90 minutos, incluso reducirla a 50 minutos para los casos más críticos. Para los viajes más largos, no podemos olvidar que la obligación de los conductores profesionales es descansar un mínimo de 12 horas tras 12 horas máximas de conducción diaria.

              

• Lo segundo a considerar es la correcta hidratación, se recomienda la ingesta frecuente de bebidas no alcohólicas. Bebidas frescas en verano y templadas en invierno. Se propone beber 1 vaso de 200 ml de agua cada 2 horas.
• Elegir una temperatura en el habitáculo del coche entre 19 y 21ºC, permite poder conducir con ropa cómoda, sin ropas gruesas que limiten aún más los movimientos corporales. Los zapatos deben sujetar bien el pie y su suela deber ser flexible. Evitar conducir con botas de montaña, tacones altos, chanclas y por supuesto descalzo.
• Elegir vehículos con asientos altos, tipo furgoneta o monovolumen para realizar grandes desplazamientos. Estos vehículos disponen de habitáculos más grandes, permitiendo tener los miembros inferiores estirados y posicionar las rodillas por debajo de la cadera, minimizando la fatiga generada por las posturas estáticas.
• Asegúrate de sentarte recto, ligeramente echado hacia atrás, los muslos y la espalda deben formar un ángulos de 100 a 135 grados y estar completamente apoyados en el asiento. Esto ayuda a evitar dolores de espalda, pues así el asiento soporta gran parte del peso corporal minimizando el trabajo muscular de esta zona.

• El asiento siempre debe estar posicionado con respecto a los pedales. Presionar a fondo el pedal del freno con el pie derecho y el embrague con el izquierdo. La distancia del asiento debe ajustarse de tal manera que al presionar los pedales hasta el fondo, tus rodillas permanezcan ligeramente dobladas (de 100 a 135 grados).
• Regular el volante en profundidad para alcanzar su parte superior con la muñeca con los brazos estirados horizontalmente. Regular la altura del volante para no rozar con las rodillas su parte inferior.
• Se debe agarrar el volante con las 2 manos el mayor tiempo posible. Se recomienda colocarlas en la posición ‘diez y diez’ imaginándote que el volante es la esfera de un reloj. Es importante evitar sujetar el volante por abajo, y cruzar los brazos, no se podrá realizar grandes maniobras.

               

• Regular los espejos antes de iniciar la marcha. La consulta periódica de los espejos nos obliga a realizar movimientos con los ojos y pequeños giros cervicales. Lo ideal es poder ver los espejos desde la postura menos lesiva, con el cuello recto, sin giros laterales mirar al infinito.
  • Empezar centrando el espejo retrovisor interior con la luneta trasera de manera que se consiga el mayor campo de visión, sin necesidad de mover la cabeza.
  • La función principal de los espejos retrovisores exteriores es evitar los ángulos muertos y mostrar en el campo de visión del conductor lo que ocurre por la parte trasera del vehículo. Se recomienda orientarlos hacia la carrocería e ir abriéndolos. Se sabe que están bien regulados cuando un vehículo nos adelante y se vea primero por el espejo interior y al desaparecer de éste, aparezca en el retrovisor exterior.
• El reposa cabezas debe regularse de modo que su parte superior quede a la altura de nuestros ojos. La función del reposacabezas es reducir el latigazo cervical en caso de paradas violentas, reduciendo la extensión severa del cuello. Es eficaz cuando la parte posterior de la cabeza esté prácticamente rozando con él, a unos cuatro centímetros de distancia.
• Por último, recordar que el uso del cinturón de seguridad además de ser obligatorio, es el elemento que evita que salgas proyectado en caso de impacto, ¡abróchatelo!